domingo, 27 de marzo de 2011

Los ajustes engañosos de la reforma a la ley 30


Son múltiples los debates que ha suscitado la reforma de la ley 30 de 1992 propuesta por El Ministerio de Educación Nacional, en donde se plantea un nuevo modelo de educación superior, con el cual se busca “garantizar” en las universidades, la calidad educativa y el acceso equitativo de los jóvenes a una formación profesional.

El artículo 86 y 87, trata del presupuesto que se le asignará a las universidades para su funcionamiento, sin embargo podría afirmarse que el tema financiero es el punto débil de la reforma, ya que las crisis que se han anunciado, nos indican que más que aumentarse la ayuda a estas entidades, ésta se recortará, lo que implicaría la desaparición o privatización de las mismas, por no tener cómo sostenerse sin el dinero que les aporta el Estado.

Enfatizamos lo anterior, ya que son dudosas las intensiones que aguardan las palabras del presidente, Juan Manuel Santos, quien expresa que: “los recursos públicos son limitados” y por lo tanto propone que la empresa privada ponga su grano de arena para “el apoyo de la prestación y el mejoramiento del servicio educativo, y el desarrollo de proyectos de investigación y proyectos productivos”.

Una contemplación que sin duda alguna genera inquietudes en los rectores, quienes se preguntan, con qué propósito ingresaría el dinero de empresas privadas y sí en realidad será para el mejoramiento del servicio educativo, o por lo contrario, para contribuir a su detrimento.

Según la ministra de Educación, María Fernanda Campo la idea es que el sector privado invierta su dinero para desarrollar proyectos investigativos y generar innovación, pero entonces ¿qué pasará con el conocimiento intelectual generado por las universidades con capitales externos?

Para muchos el tema de la privatización es engañoso, pues se ha mostrado a través de antifaces, pero ¿cuál es su verdadero rostro? ¿Con qué fin se autorizará el funcionamiento de Instituciones de Educación Superior con ánimo de lucro? ¿Cómo saber si el fin último son los estudiantes y no la acumulación de dinero?

Está claro que un temor latente es el del derecho a la educación, pues es el Estado quién debe velar por él como servicio público, sin embargo ¿quién responderá cuando pase a manos privadas?

Un punto que puede rescatarse es el de la calidad, aunque debe aclararse, pues no sabemos sí la acreditación es obligatoria o voluntaria. Si hablamos de obligatoriedad según las exigencias establecidas solo unas cuantas universidades conservarían su carácter y por lo tanto el número de estudiantes que accedería a ellas (que la norma pretende incrementar, disminuyendo la deserción) se vería vulnerado.

Vulnerado no solo se vería el número de estudiantes, también el número de docentes, a quienes por cierto se les exigirá más, pero se les pagará menos, ya que las universidades se verán obligadas a prescindir de aquellos que no cumplan con el requisito que anuncia que “para ser nombrado profesor de Instituciones de Educación Superior públicas se requiere como mínimo poseer título de magíster”, la pregunta es ¿qué pasará con los docentes que no cumplan con este título? ¿Se quedarán sin empleo o se les financiará su formación?

Es imprescindible la movilización de los docentes, rectores, estudiantes y personal administrativo, a fin de que sus conceptos sean escuchados e incluidos dentro de la reforma, antes que ésta ingrese al congreso, porque una vez allí será más fuerte la voz de quienes deseen aprobarla.

El debate queda abierto, con la intención de declarar que la educación, la enseñanza, el empleo y el futuro de los jóvenes de nuestro país está en riesgo, espero seamos más los que hablemos en ejercicio de nuestro derecho a la opinión y menos los que callemos por pensar erróneamente que nuestras voces no harán eco.

Imagen sacada de: http://sociologiaenresistencia.wordpress.com/

jueves, 24 de marzo de 2011

Robots: ¿máquinas a nuestro servicio o destrucción?



Según diccionarios un robot se define como “una entidad virtual o mecánica artificial. En la práctica, es por lo general un sistema electromecánico que, por su apariencia o sus movimientos, ofrece la sensación de tener un propósito propio. La palabra robot puede referirse tanto a mecanismos físicos como a sistemas virtuales de software, aunque suele aludirse a los segundos con el término de bots”.

Los robots comerciales e industriales son considerablemente utilizados, ya que efectúan tareas de manera exacta y disminuyen la mano de obra. Además se les emplea para ejecutar labores peligrosas y tediosas para el hombre, en otras palabras, para realizar trabajos sucios.

Actualmente estos artefactos se ejecutan en exploraciones en la tierra y el espacio, producción en masa de bienes, proyectos de investigación, cirugías de invasión mínima y guerras.

El 22 de marzo ADN publicó una noticia en la que anunciaba que en la Universidad Nacional dos estudiantes y un profesor, como reto personal, están diseñando un robot, que al igual que un ser humano podrá caminar con dos pies.

Se trata de un humanoide, que el profesor Jovani Jiménez y sus alumnos Jamer Restrepo y Andrés Jején, vienen desarrollando desde noviembre del año pasado, el cual se encuentra en su primera etapa de elaboración, que consiste en su diseño mecánico o estructura.

Estos curiosos, posteriormente continuarán con el diseño electrónico que radica “en armar el circuito que coordine los motores y le dé movimiento al robot” y finalmente buscarán darle inteligencia, para que pueda moverse solo y esté en la capacidad de levantarse y salir caminando sin que se le ordene.

El proyecto para muchos resulta ser bastante curioso, sin embargo sorprende que mientras países como Estados Unidos invierten millones de pesos en investigación de robots para fines militares, este trío de apasionados, no cuenten más que con plata de sus bolsillos, ya que en Colombia al parecer la investigación no se financia.

Lo preocupante no es esto, sino el hecho de que otros países estén pensando en la posibilidad de pelear una guerra con máquinas, para hacer el conflicto más “seguro” para los humanos y nosotros ni siquiera pensamos en la importancia de estos proyectos para fines educativos.

Lo de “seguro” solo se cumpliría sí pensamos en que serán manipulados bajo el control de soldados, pero ¿qué ocurriría sí su funcionamiento cae en manos inescrupulosas? ¿Cómo podrán garantizar su control en manos de expertos? ¿No es acaso más riesgoso para los humanos el que su operación caiga en personas ajenas?

La velocidad de la guerra moderna, según Peter Singer, autor del libro Wider for war, hace que el control humano directo de estos artefactos sea difícil y más que difícil, es que su manejo se convierta en un asunto ético.

Aunque el robot tenga en su programación indicadas las acciones que debe ejecutar, para muchos la decisión de matar, solo debe estar en manos de humanos, ya que los robots por más flexibles, fuertes e idóneos que sean a la hora de realizar ciertas tareas, jamás podrán tener la capacidad de sentir, conmoverse y mucho menos ser considerados responsables de sus actos.

Así mismo ¿cómo podría un robot distinguir entre un combatiente y un civil? Para muchos esa es la principal debilidad de una persona en la guerra, el dejarse llevar por sus emociones, sin embargo ¿no será esa su fortaleza? La capacidad de distinguir entre un inocente y un enemigo.

El debate queda abierto, pues lo que todavía no es claro es sí los robots son máquinas a nuestro servicio o por lo contrario instrumentos letales que contribuirán a nuestra propia destrucción.

Referencias:

Imagen: http://www.fondosescritorio.net/wallpapers/3-D/3D/Robot-3d.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Robot
Periódico ADN, artículo "Gestan robot que pronto se levantará y caminará"
Artículo "Robots de la guerra".

lunes, 14 de marzo de 2011

De cara con la muerte


Título original: Hereafter.
País: Estados Unidos.
Dirección: Clint Eastwood.
Actores: Matt Damon, Bryce Dallas Howard, Cécile de France, Jay Mohr, Richard Kind, Lyndsey Marshall.
Género: Drama.
Estreno: 12 de septiembre de 2010 (Festival Internacional de Toronto), 6 de enero de 2011 (Argentina), 14 de enero de 2011 (Venezuela), 21 de enero de 2011 (España).

Clint Eastwood es un actor, director de cine, productor cinematográfico, guionista, músico y compositor estadounidense, que todos los años genera grandes expectativas cuando estrena una película y ello se debe a la calidad y éxito de cintas como El sustituto, Invictus, Los puentes de Madison, Cartas desde Iwo Jima, Los imperdonables, Gran Torino, Changeling, Sin perdón, Million Dollar baby y Mystik river.

Este año Eastwood estrenó el film Más allá de la vida cuya trama está dividida en la historia de tres personajes que son tocados por la muerte de diferentes formas. George, interpretado por Matt Damon un hombre que gracias a sus cualidades espiritistas tiene una especial conexión con las personas que han cruzado el umbral de la muerte, Marie (Cecile De France)una periodista francesa quien casi muere tras ser golpeada por el tsunami que azotó a Indonesia en el 2004, el cual afectó profundamente su vida y Marcus (Frankie y George McLaren), un niño británico que perdió a su hermano gemelo en un inesperado accidente, quien busca incansablemente respuestas.

La película comienza presentándonos a Marie quien en sus vacaciones se ve envuelta en un desastroso fenómeno natural, que en el intento de arrebatarle la vida la hace tener una experiencia extrasensorial, gracias a la cual logra ver lo que está más allá de la vida, un lugar que sobrepasa nuestros preceptos y al que todo creyente desea llegar, el cielo.

La escena del tsunami engancha al público, pues gracias a los efectos especiales proporcionados por la tecnología y los buenos ángulos desde el punto de vista cinematográfico logran cortar la respiración de todo aquel que presencia el grado de destrucción proporcionado por la naturaleza, cuya memoria no perdona lo que el hombre ha hecho en ella.

Seguido a esto nos presentan a George a través de unas imágenes que tratan de dar respuesta a la pregunta que muchos nos hacemos, qué hay después de la muerte. Este médium al palpar las manos de un amigo de su hermano, logra enlazarse con el dolor que sobrecoge el corazón de aquel al que le es arrebatado un ser querido y logra convencerlo, con descripciones claves, que ha logrado contactarse con quien ha abandonado la vida.

Para los escépticos esta no pasa de ser una escena fantástica que busca simplemente generar momentos emotivos en el espectador, pero qué se dice de aquellos que al igual que los personajes han tenido experiencias cercanas a la muerte, acaso se sentirán identificados con las imágenes o simplemente observarán con frustración lo que nunca se ha podido explicar.

Muchos críticos afirman que la cinta carece de fundamentos, la tildan de lenta, plana e irreal, pero entonces cuál es el papel que cumple la recopilación de hechos catastróficos que pasaron en la vida real, son simples adornos o quieren exhibirnos que Más allá de la vida además de tratar el tema de la muerte, intenta invitarnos a que reflexionemos sobre lo que viene sí continuamos explotando desproporcionadamente lo que la tierra nos regaló.


En mi opinión las tres historias no solo están cargadas de sentido, tratan además de exhibirnos que nadie es ajeno a la actual decadencia de nuestra sociedad, un mensaje expuesto, a través de dos hermanos gemelos que en función de su inocencia intentan cubrir a su madre drogadicta e irresponsable que no se hace cargo de ellos como le corresponde.

Estas tiernas jugadas no hacen más que conducir a uno de los niños a una muerte absurda, en donde se exhibe una escena que a mi parecer sobra, pues no es necesario mostrar cómo Marcus llora sobre el cadáver de su hermano, para que entendamos el dolor, las pericias y la soledad que tiene que atravesar. Sería más útil mostrar dicho acontecimiento por medio de un flashback o sueño al final, cuando ya conocemos a los personajes, para que la escena tenga la emotividad que se merece y el público pueda permitirse llorar.

Tal y como se ha podido apreciar por su argumento, Más allá de la vida, es una película cargada de muerte, no en el sentido sanguinario que le dan las películas de terror, sino en uno más maduro y trascendental, ya que nos muestra lo impredecible que ésta es y la repercusión de nuestros actos en relación con ese futuro en el que en cualquier momento dejaremos de estar.

Así que quien desee compartir o refutar mis argumentos en confrontación con el film, debe ser capaz de ver la muerte a la cara, sin dejarse llevar por sentimientos de nostalgia, ya que éste no será indiferente a nuestros sentidos, pues los temas que trae a juicio son tan abstractos y personales que sin duda alguna invitan al debate.

Clint explica su concepto de muerte y lo que hay más allá apelando al espiritismo y sin hacer énfasis en una religión en particular, presenta una idea de un “paraíso” que supone uno de los temas centrales de la película: la búsqueda infinita sobre el más allá y el saber a dónde iremos o qué nos sucederá una vez nuestra vida llegue a su fin.

El espiritismo es a su vez fuertemente criticado, ya que en la vida real es posible observar cómo hay personas inescrupulosas que ofrecen sus supuestas habilidades y dones, más que para un fin noble, para uno económico, tal y como se muestra en el recorrido en vano de Marcus por varios psíquicos, en busca de saciar su sed por reencontrarse con su hermano y asimilar que no va a volver a verlo jamás.

Disfrutar esta cinta dependerá única y exclusivamente de la actitud que cada uno tenga frente a la muerte, la incertidumbre insatisfecha que la rodea y la madurez intelectual para asimilar un concepto ajeno al propio y respetarlo aunque no se acerque a lo que cada uno se imagina o sueña imaginar.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Un discurso galardonado


La cinta británico- australiana de Tom Hooper “El discurso del rey”, fue la principal triunfadora de los premios Oscar, llevándose con ella cuatro estatuillas doradas, que la galardonaron como Mejor Película del año, Mejor Director, Mejor Protagonista (Colin Firth) y Mejor Guión Original (David Seidler).

En la 83ª velada de los Oscar se mantuvo la intriga hasta el final, ya que según la mayoría de los críticos, al menos dos de los diez filmes nominados a Mejor Película del año, tenían iguales posibilidades de llevarse el tan codiciado galardón.

Esta película que costó cerca de 15 millones de dólares, ha ganado ya otros premios como El Globo de Oro a Mejor Actor Drama; el BAFTA (británico) a Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Director, Mejor Actor de reparto, Mejor Actriz de reparto, Mejor Guión Original y Mejor Música Original y el otorgado por el público en El Festival Internacional de Cine de Toronto, pero ¿qué tiene esta cinta que la hace acreedora de tan prestigiosos premios?

Resulta difícil pensar cómo la historia sobre un rey tartamudo llegó a convertirse en la revelación del año, sin embargo no sorprende a quienes tuvieron el placer de verla, ya que esta cinta toca temas que en la actualidad están en decadencia como el amor devoto, la necesidad de superación y la amistad incondicional.

El film muestra la historia de Jorge VI, Rey de Inglaterra, interpretado por Colin Firth, quien gracias a la ayuda del poco ortodoxo terapeuta Lionel Logue y su esposa Isabel, logra sobreponerse a su timidez y tartamudez para pronunciar con seguridad a la nación un brillante discurso a través de la radio antes de la guerra con la Alemania nazi de Hitler.

Para muchos este premio podría ser una señal de un “nuevo rumbo” para el cine, pues su victoria indicaría el regreso de uno más clásico, más narrativo y menos “autorial”, resultado que únicamente podría alcanzarse con trabajo en equipo.

Lo que indica que es posible lograr no solo “óptimos productos comerciales, sino también películas que sobre todo en la distancia del tiempo son apreciadas por su equilibrio y aquella fascinación clásica que de vez en cuando el cine estadounidense intenta recuperar".


El discurso del rey es una película con una excelente fotografía, ambientada en la entrada de Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial, sus escenas nos llevan a los entornos de la corte y el pueblo, que contrastan con la impecable actuación de sus personajes principales. Esto la hace gozar de la perfección inglesa, cultivada en su guión, interpretaciones y puesta en escena.

Los momentos de tensión logran quitarle el aliento al público, que sufre junto al rey los tormentosos instantes previos a cada discurso. En este punto el film se convierte en un relato esperanzador, ya que nos enseña que superarnos solo es posible si no nos rendimos y somos constantes con lo que nos proponemos alcanzar.

Cabe resaltar que está historia va más allá de la situación de un rey que no es capaz de pronunciar un discurso. De hecho como lo especifican algunos analistas “la tartamudez y su forma de superarla es simplemente el hilo conductor que une el resto de piezas del rompecabezas. Más bien, se podría decir que se trata de la subtrama cómica del guión, que nos mantiene atentos y divertidos. Porque, de lo que en realidad nos ha querido hablar Tom Hooper es del poder de la amistad, y la forma en la que lo ha plasmado es, lo menos, interesante”.

Para finalizar y no menos importante, destacó el acompañamiento musical realizado por Alexander Desplat, que sin duda alguna está al nivel de un film como éste, donde se equilibran los momentos más íntimos con los más divertidos, gracias a la combinación de sus temas instrumentales con clásicos de Beethoven y Mozart.

“El discurso del rey” demuestra que se puede hacer CINE, con letras mayúsculas, sin necesidad de grandes efectos especiales. Solo una buena dirección, un buen guión, una buena banda sonora y por supuesto un insuperable reparto de actores como los que aquí figuran, construyen una cinta que sin duda alguna pasará a los anales de la historia.