lunes, 14 de marzo de 2011

De cara con la muerte


Título original: Hereafter.
País: Estados Unidos.
Dirección: Clint Eastwood.
Actores: Matt Damon, Bryce Dallas Howard, Cécile de France, Jay Mohr, Richard Kind, Lyndsey Marshall.
Género: Drama.
Estreno: 12 de septiembre de 2010 (Festival Internacional de Toronto), 6 de enero de 2011 (Argentina), 14 de enero de 2011 (Venezuela), 21 de enero de 2011 (España).

Clint Eastwood es un actor, director de cine, productor cinematográfico, guionista, músico y compositor estadounidense, que todos los años genera grandes expectativas cuando estrena una película y ello se debe a la calidad y éxito de cintas como El sustituto, Invictus, Los puentes de Madison, Cartas desde Iwo Jima, Los imperdonables, Gran Torino, Changeling, Sin perdón, Million Dollar baby y Mystik river.

Este año Eastwood estrenó el film Más allá de la vida cuya trama está dividida en la historia de tres personajes que son tocados por la muerte de diferentes formas. George, interpretado por Matt Damon un hombre que gracias a sus cualidades espiritistas tiene una especial conexión con las personas que han cruzado el umbral de la muerte, Marie (Cecile De France)una periodista francesa quien casi muere tras ser golpeada por el tsunami que azotó a Indonesia en el 2004, el cual afectó profundamente su vida y Marcus (Frankie y George McLaren), un niño británico que perdió a su hermano gemelo en un inesperado accidente, quien busca incansablemente respuestas.

La película comienza presentándonos a Marie quien en sus vacaciones se ve envuelta en un desastroso fenómeno natural, que en el intento de arrebatarle la vida la hace tener una experiencia extrasensorial, gracias a la cual logra ver lo que está más allá de la vida, un lugar que sobrepasa nuestros preceptos y al que todo creyente desea llegar, el cielo.

La escena del tsunami engancha al público, pues gracias a los efectos especiales proporcionados por la tecnología y los buenos ángulos desde el punto de vista cinematográfico logran cortar la respiración de todo aquel que presencia el grado de destrucción proporcionado por la naturaleza, cuya memoria no perdona lo que el hombre ha hecho en ella.

Seguido a esto nos presentan a George a través de unas imágenes que tratan de dar respuesta a la pregunta que muchos nos hacemos, qué hay después de la muerte. Este médium al palpar las manos de un amigo de su hermano, logra enlazarse con el dolor que sobrecoge el corazón de aquel al que le es arrebatado un ser querido y logra convencerlo, con descripciones claves, que ha logrado contactarse con quien ha abandonado la vida.

Para los escépticos esta no pasa de ser una escena fantástica que busca simplemente generar momentos emotivos en el espectador, pero qué se dice de aquellos que al igual que los personajes han tenido experiencias cercanas a la muerte, acaso se sentirán identificados con las imágenes o simplemente observarán con frustración lo que nunca se ha podido explicar.

Muchos críticos afirman que la cinta carece de fundamentos, la tildan de lenta, plana e irreal, pero entonces cuál es el papel que cumple la recopilación de hechos catastróficos que pasaron en la vida real, son simples adornos o quieren exhibirnos que Más allá de la vida además de tratar el tema de la muerte, intenta invitarnos a que reflexionemos sobre lo que viene sí continuamos explotando desproporcionadamente lo que la tierra nos regaló.


En mi opinión las tres historias no solo están cargadas de sentido, tratan además de exhibirnos que nadie es ajeno a la actual decadencia de nuestra sociedad, un mensaje expuesto, a través de dos hermanos gemelos que en función de su inocencia intentan cubrir a su madre drogadicta e irresponsable que no se hace cargo de ellos como le corresponde.

Estas tiernas jugadas no hacen más que conducir a uno de los niños a una muerte absurda, en donde se exhibe una escena que a mi parecer sobra, pues no es necesario mostrar cómo Marcus llora sobre el cadáver de su hermano, para que entendamos el dolor, las pericias y la soledad que tiene que atravesar. Sería más útil mostrar dicho acontecimiento por medio de un flashback o sueño al final, cuando ya conocemos a los personajes, para que la escena tenga la emotividad que se merece y el público pueda permitirse llorar.

Tal y como se ha podido apreciar por su argumento, Más allá de la vida, es una película cargada de muerte, no en el sentido sanguinario que le dan las películas de terror, sino en uno más maduro y trascendental, ya que nos muestra lo impredecible que ésta es y la repercusión de nuestros actos en relación con ese futuro en el que en cualquier momento dejaremos de estar.

Así que quien desee compartir o refutar mis argumentos en confrontación con el film, debe ser capaz de ver la muerte a la cara, sin dejarse llevar por sentimientos de nostalgia, ya que éste no será indiferente a nuestros sentidos, pues los temas que trae a juicio son tan abstractos y personales que sin duda alguna invitan al debate.

Clint explica su concepto de muerte y lo que hay más allá apelando al espiritismo y sin hacer énfasis en una religión en particular, presenta una idea de un “paraíso” que supone uno de los temas centrales de la película: la búsqueda infinita sobre el más allá y el saber a dónde iremos o qué nos sucederá una vez nuestra vida llegue a su fin.

El espiritismo es a su vez fuertemente criticado, ya que en la vida real es posible observar cómo hay personas inescrupulosas que ofrecen sus supuestas habilidades y dones, más que para un fin noble, para uno económico, tal y como se muestra en el recorrido en vano de Marcus por varios psíquicos, en busca de saciar su sed por reencontrarse con su hermano y asimilar que no va a volver a verlo jamás.

Disfrutar esta cinta dependerá única y exclusivamente de la actitud que cada uno tenga frente a la muerte, la incertidumbre insatisfecha que la rodea y la madurez intelectual para asimilar un concepto ajeno al propio y respetarlo aunque no se acerque a lo que cada uno se imagina o sueña imaginar.

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